Rascarse los huevos, ese arte milenario que ha aportado el empujon necesario para la evolución de nuestra raza, tanto de manera literal como simbólica.
Primero debemos recalcar que la técnica usual de rascarse los huevos nos viene de heréncia desde la antiguedad, donde el hombre saciaba su necesidad de "reacomodamiento" de una manera indiscreta. Gracias a esta lectura nos graduaremos con honores en el arte del rascamiento huevil realizando dicha acción de la manera más discreta y anónima posible. Al finalizar la lectura seremos capaces de acomodárnoslos mientras realizamos un discurso frente a más de 4000 personas sin que nadie se de cuenta o en su defecto rascarnoslos sin necesidad de usar las manos. El "rascamiento" se puede dividir en tres partes dependiendo de la personalidad y agresividad de cada uno.
- Acomodamiento general a una o dos manos - Éste es el típico rascamiento que no es nada discreto y el cuál pretenderemos evitar, pero entre nosotros, es el más cómodo de todos. Este tipo puede tomarnos varios segundos e incluso minutos de nuestro preciado tiempo, lo cuál no nos conviene, ya que mucha gente puede observar lo que hacemos, dicho "rascamiento" lo dejaremos para los momentos de intimidad, ya que podemos realizarlo con toda libertad.
Éste acomodamiento lo dividiremos en dos niveles:
<> Normal
<> Bolsillo del pantalón (mayor confort)
Lo suyo sería poder combinar este movimiento a la velocidad de la luz.
- Re-acomodamiento del calzoncillo - Éste es el más sencillo de todos, aunque viene límitado por el uso de calzoncillos, consiste en un tirón discreto y rápido, pero por supuesto ésto causa que a veces se necesite más que un sólo tirón. Dicho tirón proporciona un acomodamiento moderado, que aparcaremos para situaciones de emergencia.
- Pellizco - El más discreto por unanimidad, pero también el más pelibroso. Consiste en un ligero pellizco en cada huevo. El peligro radica en la alta posibilidad de realizar un pellizco demasiado fuerte o fuera de lugar, que podría causar un fuerte dolor de una duración aproximada de 50 segundos.
- Situación: Charla entre colegas, el huevo derecho comienza a entumecerse. Sugeréncia: Mantener una conversación donde las manos ocupen un lugar importante (vamos, moverlas más que un pulpo). En el momento que las personas queden hipnotizadas por la manera de mover las manos... rápidamente se desliza la mano derecha hacia el paquete y sin pensarlo dos veces se aplica un ligero "rascamiento" (cualquier es válido).
- Situación: Charla entre colegas, cualquier huevo sufre picazón crónica. Sugeréncia: Señalar rápidamente hacia el frente con la excusa de algún personaje de los Looney Toons o cualquier animal que venga a la mente y realizamos lo mismo que en el ejemplo 1, pero ésta vez con todo el tiempo que se necesite o hasta que los colegas noten el engaño.
- Situación: Sentado en cualquier sitio con picazón de escroto. Sugeréncia: Esta técnica precisa de mucha maña por parte del sujeto, pero si se practica se puede llegar a dominar. Primero bajamos las dos manos hasta el regazo, seguidamente lanzamos una amplia mirada comprovando que haya la menor cantidad de gente observando. Con la mano derecha nos rascamos mientras con la izquierda cubrimos el proceso.
- Situación: Dando una conferéncia o presentación. Sugeréncia: La más sencilla de todas, simplemente de vuelta hacia la pantalla como si fueramos a señalar cualquier cosa, en ese momento, aprovechando que tenemos todos los factores a nuestro favor, regocigemonos en el "arte del rascamiento".
Para finalizar, una pequeña pregunta:
¿Que proporciona más placer, rascarse los huevos literalmente o simbolicamente?Me mojo diciendo que la literal proporciona mucho placer, pero pasajero, mientras que la simbólica da un placer más duradero, seguro que mís compis están conmigo.
2 comentarios:
Un post muy instructivo y de gran ayuda, el siguiente creo que iria bien que fuese de recolocación de los huevos, ya que, ¿a quien no le ha pasado que se colocan mal en los calzoncillos y te ves obligado a hecharles mano para recolocarlos?
Hola, a ver una pregunta, yo soy una chica y tengo una duda descomunal. No es broma. Me he venido fijando que cuando hablo con un compañero de clase, apenas un conocido, siempre que estamos parados de pie en mitad de la calle sin venir a cuento coge y se empieza a rascar el paquete, a veces enérgicamente. Esto sucede una vez por ocasión, a veces hace como un simple recolocamiento, otras veces la cosa parece más seria, tipo picor loco, yo ke sé.
Pienso que se le perdona porque el tete está to bueno y a esta gente se le perdona cualquier cosa (si pidiera ayuda hasta yo misma le rascaría los huevos), pero vamos, que digo yo, ¿qué le lleva a un tío a rascarse delante de una tía de esa manera? Yo no puedo por menos que fliparlo, claro me hago la loca y evito mirarle a esa zona, pero últimamente está como loco, debe tener ladillas o algo...
Añado que el tío es nerviosete y tal, pero vamos, no sé qué pensar.
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